El secuestro de la salud

La salud es el derecho humano fundamental, pero en RD se le niega a los pobres, por eso, deambulan con recetas de medicamentos, indicaciones de análisis y en busca de tratamientos caros, rogando favores por la falta  de recursos.

El Ministerio de Salud,  por lo general, niega en los hechos lo prometido por la Constitución y la Ley Orgánica de Salud No.42-01. Los repetidos planes y programas para mejorar la salud pública no se materializan, pero sin ningún reparo, se esparcen a diario por las páginas Web de las instituciones del sector.

La mayoría de los hospitales públicos no ofrece los servicios de análisis de laboratorios y mucho menos de imágenes de alta tecnología consideradas hoy rutinarias en las consultas de diagnósticos. Estos centros públicos de salud hace tiempo que no suministran medicinas a los pacientes pobres, e incluso, casi siempre carecen de los más elementales materiales gastables primarios.

Tanto en los hospitales del ministerio, como en el sistema dominicano de la seguridad social, se niegan  atenciones, tratamientos, cirugías y medicamentos a los pacientes de  enfermedades catastróficas.

Está claro pues la causa del desamparo de los pobres dominicanos en materia de salud, y esto, junto a la entrega del sistema nacional de la seguridad social a los grupos de poder han generado los peores indicadores sociales del mundo

La emisora radial, Z101FM,  es termómetro del grado de abandono de los dominicanos pobres afectados por cáncer, afecciones coronarias, necesitados de cirugías  de alto costo,  o sometidos a  tratamientos especiales. A ella acude la población humilde cotidianamente, en procura de amparo del resto de la población con la esperanza de prolongar tal vez su vida unos años más.

Todo esto ocurre,  ante la abierta indolencia del Gobierno, por asegurar a la sociedad en su conjunto, el disfrute del DERECHO FUNDAMENTAL de la salud, sin el cual, el proclamado Estado Social de Derecho en un indignante engaño.

El Poder Ejecutivo, responsable de la formulación del Presupuesto General del Estado hizo aprobar una Ley de Gastos Públicos para 2014, 604 mil millones de pesos, es decir, 14 mil millones de dólares, correspondiendo al Ministerio de Salud, de 56 mil millones en números redondos, que en términos globales, representan 1284 millones de dólares. Lo lamentable es que aún este reducido monto, no podrá ser usado por el Ministerio como explicamos a seguidas.

En efecto, de la suma anterior, 18.5 mil millones serán transferidos a entidades descentralizadas vinculadas al suministro de agua y la higiene ambiental. Quedándole al Ministerio tan  38 mil millones de pesos.

Otro aspecto interesante a considerar,  es el alto componente de préstamos,  17,2 mil millones, desglosados en  15.9 mil millones de créditos del exterior y 1.3 mil millones de fiados internos.

Estos dos conceptos reflejan la baja prioridad otorgada al sector salud, puesto que el organismo rector, responsable de ejecutar la atención a las personas, mediante prevención y profilaxis, cuidados médicos, análisis clínicos, cirugías, medicinas y suministro de prótesis, y otros elementos, sólo dispondrá de 20.8 mil millones de pesos. Lo que se reduce a 2000 pesos per cápita.

Lo anterior es aún más crítico, porque ese monto de 20 mil millones incluye las inversiones en nuevas clínicas, hospitales, equipos, compra de medicina, material gastable, pago de servicios, y sobre todo, sueldos y salario de médicos, enfermeras, auxiliares, personal de apoyo y dirección general y local.

Está claro pues la causa del desamparo de los pobres dominicanos en materia de salud, y esto, junto a la entrega del sistema nacional de la seguridad social a los grupos de poder han generado los peores indicadores sociales del mundo.

Es horripilante saber que en Chile y Costa Rica se asigna sobre el 6% per cápita en salud, en Europa una media sobre el 9%, en la mayoría de las naciones americanas sobre el 4% exceptuando Nicaragua, Haití y Honduras. Pero en RD apenas se logra un 2.1% incluyendo las transferencias indicadas que reducen fuertemente las inversiones preventivas y curativas; un 1.4% si se restan dichas transferencias; y un 0.7%,  si lo calculamos en función del uso de los recursos internos solamente.

Evidentemente que los brotes epidémicos, el abandono y deterioro de los servicios de salud constituyen la principal amenaza de la sociedad dominicana.

Esta realidad, fue aceptada con gran preocupación por un panel de alta calificación de profesionales de la medicina, invitados a Los Sabios en la Z, en su mayoría de filiación peledeísta. Con sinceridad tildaron de fracasado el modelo de salud vigente.

El sistema nacional de la seguridad social

El sistema dominicano de la seguridad social originalmente creado mediante la Ley no.87-01, se ha ido modificando hasta entregar por completo los organismos de control del sistema, a grupos  económicos dominantes. Los órganos de dirección del SNSS son los siguientes:

Consejo Nacional de la Seguridad Social (SDSS), Tesorería de la Seguridad Social (ISS), Dirección de Información, Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social (DIDA), Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL). Superintendencia de Pensiones (SIPEN), Administradora de Riesgos Laborales (ARL), Seguro Nacional de Salud (SENASA). Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), Proveedoras de servicios de Salud (PSS). Y entidades públicas, privadas o mixtas, con o sin fines de lucro, que realizan funciones complementarias.

1          El SDSS este sistema está dominado por los grupos de poder, por tanto, trabaja por optimizar sus utilidades, pero no defiende el interés colectivo.

2          La Tesorería es una caja de resonantes de esos grupos.

3          La DIDA aduce no tener presupuesto y su directora esta auto jubilada callada y sorda.

4          La SISALRIL es un concejo patronal que niega los derechos de los afiliados para garantizar altas ganancias a las corporaciones que se adueñaron del mismo con apoyo de los gobiernos.

5          La SIPEN demuestra la misma debilidad tanto permitiendo impresionantes ganancias a las AFPs, incluso abusivas. El colmo es que se las arreglan para no otorgan las magras pensiones a ciudadanos con derecho a recibirlas.

6          El SENASA surgió como la más firme esperanza de la clase media y los pobres, pero como le hace competencia a los poderosos, la  han ido debilitando  al extremo que se encuentra prácticamente QUEBRADA, sin recursos y carcomida de deudas.

7          La ARL es un caso digno de GUINNES, porque en lugar de favorecer con los ingresos acumulados a sus afiliados, por ser los legítimos dueños de los ahorros,  se procedió a devolver dichos fondos  a los  patrones, en un acto enteramente ilegal e inconstitucional, y lo peor es que no hubo OBJECION del partido de gobierno ni de las cúpulas de la oposición política.

8          Las ARS son la mayor estafa pública histórica contra la clase media y los pobres. En sus actos cuentan con el consentimiento de la Presidencia de la República, el Ministerio de Salud, y el Congreso Nacional. La gente espera que en el parlamento surja un fuerte movimiento de reforma, en razón de que según la CONSTITUCIÓN  los legisladores deberían ser los defensores de los votantes.

En RD el término ARS es sinónimo de estafa, burla y exclusión.

En fin, resulta profundamente  lamentable,  que el SISTEMA NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL, concebido originalmente por nosotros, como la acción mas revolucionaria a favor de la sociedad dominicana, se haya convertido en la  mayor confabulación criminal contra los pobres.

EL PUEBLO DOMINICANO está obligado a rebelarse contra esta  situación, si quiere disfrutar de un SISTEMA NACIONAL DE SEGURIDAD SOCIAL justo e incluyente

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